FSC-CCOO Euskadi | 25 abril 2024.

El comité de empresa de la residencia San Andrés de Eibar denuncia la falta de previsión y recursos en el centro de mayores

    La residencia que gestiona la Diputación está incumpliendo sus propias normas, poniendo en grave riesgo la salud de los usuarios y del personal laboral. Ya son más de 30 las personas infectadas

    26/01/2022.
    Persona anciana

    Persona anciana

    Durante el año 2020 la gestión de la residencia pasó del ayuntamiento de Eibar a la sociedad Foral KABIA que rápidamente hizo cambios organizativos. Según sus explicaciones pretendían reducir los riesgos a los que se enfrentaba la sociedad con esta pandemia. El comité de empresa y los sindicatos representados (CCOO, LAB, ELA y UGT) ya denunciaron las medidas que querían poner en práctica por ser insuficientes.

    La Diputación utilizó falsamente el argumento de la sectorización que básicamente consiste en separar a las personas infectadas de las que no lo están. Pero no dotaba de los recursos necesarios para que esto pudiera llevarse a la práctica. El resultado es que el personal debe pasar de atender a gente infectada y no infectada en el mismo turno, lo que incrementa los riesgos de diseminar los contagios de manera exponencial, como está sucediendo.

    El personal auxiliar debe utilizar equipos de protección cada vez que accede a la ‘zona sucia’ y retirárselos cuando vuelve a la ‘zona limpia’, lo que conlleva incrementos innecesarios del riesgo de contagio y pérdidas de tiempo en la atención a los mayores, sin contratación de más personal.

    El personal de enfermería está bajo mínimos, realizando jornadas muy por encima del límite legal para poder dar atención a los usuarios, evidenciando que la atención a estos no es uno de los objetivos de Kabia.

    La situación es insostenible, este tipo de gestión no es admisible para los estándares de calidad de atención que deben tener nuestros mayores. CCOO exige que se tomen medidas inmediatamente y se depuren todas las responsabilidades legales ya que a pesar de haber denunciado la situación ante la dirección han hecho caso omiso evidenciando una negligencia impropia de lo que la ciudadanía espera de la Diputación, que pone en grave riesgo la salud de los usuarios y del personal que allí trabaja.